En ese sentido el jefe comunal y el coordinador de INTEGRA, -nombre que lleva el Plan Piloto de Prevención y Tratamiento de Adicciones-, visitaron diversos centros que formarán parte de la cadena de coordinación y en los que está prevista una ampliación o mejoramiento.
Enrique Antía y Pérez recorrieron el hospital de Aiguá donde se viene trabajando para conformar un lugar de desintoxicación aguda, que es el primer momento en el que se capta al paciente que tiene una adicción con el objetivo de que puedan transitar el primer período de esa desintoxicación para ir luego al Jagüel.
Ese centro estará emplazado en uno de los pabellones del hospital.
Asimismo, también estuvieron en el centro que funciona en el Jagüel, donde está previsto contar con más habitaciones para aumentar el alcance de las personas que se atienden o serán enviadas.
Ese centro es el único lugar donde se puede acceder a internación directamente por parte del Estado. El tiempo de tratamiento en el Jagüel actualmente es de unos tres meses. Cuenta con varias camas, pero el objetivo es aumentar las mismas dado que allí se puede comenzar a tratar a la persona que tenga un consumo problemático de sustancias.
La tercera etapa es ir hacia una casa de salida donde la persona pueda finalizar el tratamiento, como lo es la vieja chacra policial en Pan de Azúcar que será transformada en un lugar de salida y que también fue visitada.
Este centro de medio camino funcionará con una organización privada llamada “El Alfarero”.
De esta manera se tendrá una “trazabilidad del paciente” desde que arranca hasta que sale de la adicción.
Para Pérez es fundamental fortalecer las áreas de la cadena que son más débiles, la intoxicación aguda o el síndrome de abstinencia del paciente que llega a la emergencia de los hospitales y no hay donde enviarlo.
La recorrida fue realizada también en compañía del director de Desarrollo e Integración Social Miguel Plada; del director Omar Rodríguez; y arquitectos.